Las noches redondas de Cristiano son así. El Girona debutaba en el Bernabéu y Ronaldo lo convirtió en un infierno con los cuatro goles que le endosó al conjunto de Machín, que se sumó a la lista de víctimas del luso.
El equipo catalán no se dio nunca por muerto y resucitó en dos ocasiones con los tantos de Stuani y Juanpe, pero el '7' del Real Madrid no le concedió más vidas. Después de un 'hat trick', el portugués seguía hambriento de goles y en el añadido volvió a desenfundar los cubiertos.
Una contra que condujo Kroos se resolvió con un pase perfecto del alemán hacia Cristiano, que, siempre con la portería en mente, batió a Bono para que se retirase a la ducha con otros seis goles en la mochila. Póker de la estrella 'merengue' para cerrar la partida y despedir al Bernabéu con sus ovaciones.
18 de marzo de 2018