Pese a que el Barça ha dicho 'no', ambos clubes seguirán negociando. Las posturas no obstante están alejadas, ya que las pretensiones de la entidad azulgrana son altas.
El Barcelona quiere unos 35 millones para acceder a la cesión del talentoso futbolista brasileño, así como una serie variables. Cifras opuestas a lo que pretende invertir el Inter.
De hecho, el citado medio señala que uno de los objetivos de la entidad catalana es que la opción de compra sea obligatoria. Este punto no lo acepta el Inter de Milán.
El Inter busca reforzar su plantilla con Rafinha, ya recuperado de su grave lesión. En Italia tendría minutos y el rodaje necesario para poder entrar en la lista de Brasil para el Mundial.
Ambas partes seguirán negociando, aunque de momento no hay entente. Días atrás Mazinho, padre y agente del futbolista, presentó al Barcelona los planes del Inter, pero tampoco convenció a los directivos.