La carrera de Ronaldo no fue fácil, sobre todo al principio. Comenzó en el fútbol sala, en el Valqueire. Y desde esa temprana edad demostró la pillería que le haría ser uno de los mejores '9' de la historia.
"Fui a hacer una prueba en el Valqueire. El fútbol sala era muy disputado. Había unos 50 niños para hacer la misma prueba. Yo quería jugar de ala derecha y esa era en la que más gente había", explicó Ronaldo.
Entonces vio su oportunidad. "Todavía no chutaba bien con la izquierda. Había gente en todos lados. Solo había tres en la fila de portero. Hice la prueba como portero y pasé. En el entrenamiento cambié de posición y nunca más volví a la portería", reveló 'O Fenomeno'.
"Yo siempre quise campo pero el fútbol sala para mí fue una base excepcional. Aprendí muchas cosas que llevé a mi carrera hasta el final. El 'biquinho' es un recurso que veo a poca gente haciendo y es un movimiento que tú giras y nadie se lo espera", continuó diciendo.
Ronaldo hizo una prueba algo más mayor en Flamengo, pero no pudo formar parte del equipo por cuestiones económicas. "Antes de ir al São Cristovão fui a hacer una prueba en el Flamengo. Tenía 10 años, todavía estaba jugando al fútbol sala", dijo.
"Era una multitud de niños. Pasé la primera prueba, volví a la segunda y quien estaba organizando era Cantarelli. Teníamos 3 ó 4 minutos para enseñar algo. Él me vio, me aprobó pero yo vivía en Bento Ribeiro", continuó.
Pero su familia era humilde, muy humilde. "Hasta llegar a la Gávea tenía que coger dos autobuses para ir y dos para volver. A la tercera vez que fui mi madre me dijo que iba a acabar con el presupuesto de la familia", confesó Ronaldo.
El São Cristovão apareció su vida y todo cambió. "Entonces fui al São Cristovão porque cogía solo un tren y andaba hasta el club. Fue una pena porque mi gran sueño era jugar en el Flamengo. Nunca culpé al Flamengo por eso porque eran muchos niños... ¿cómo iban a ofrecerme una ayuda para el transporte sin antes estar federado?", dijo.
De ahí, al estrellato. "Empecé en el infantil en el São Cristovão, en el segundo año pasé al juvenil cuando Jairzinho era entrenador en el equipo profesional. Entonces pasé al Cruzeiro con 15 años, jugué un año en el equipo júnior. Con 16 fui al profesional y debuté en el campeonato mineiro", comentó.
"Cuando fui al PSV mi cuerpo cambió por la alimentación. Pesaba 78 kilos. Cuando fui al Barcelona pesaba 82. Ese fue el auge de mi condición física", apuntó, sobre su paso por el fútbol holandés.
La leyenda había nacido. "No me importaba el frío y no me importaba nada, yo solo quería ganar. Los jóvenes hoy en día tienen que tener eso en la cabeza que hay que dedicarse... hasta cuando sufres una lesión porque al final eso te hace más fuerte. Yo descubrí una fuerza en mi que no sabía que tenía en la primera lesión con el Inter de Milan con 24 años", dijo Ronaldo, para finalizar.