Desde el comienzo de la presente temporada, Motta viene arrastrando dolores y problemas de rodilla, que derivaron en una limpieza artroscópica a la que fue sometido el pasado mes de noviembre.
Los dolores de los que se quejaba el centrocampoista se remontan al partido de Ligue 1 disputado ante el Montpellier el pasado 23 de septiembre. Tras la intervención, se estimó su vuelta a los terrenos de juego en el mes de enero.
Las previsiones se cumplieron a raja tabla, y Motta regresó a jugar cuatro meses más tarde en Copa de Francia ante el Rennes. Sin embargo, la mala suerte persigue al ex del barcelona, y tan solo pudo disputar 6 minutos.
Ingresó en el terreno de juego en sustitución de Verrati, y seis minutos más tarde, ante los dolores que sufría, su técnico Emery no quiso arriesgar y lo sacó del campo. Finalmente se desveló que Motta sufrió una contractura.
Está siendo una temporada difícil para el veterano centrocampista italo-brasileño, que en las últimas temporadas se había hecho con un puesto fijo en el centro del campo del equipo parisino.
De hecho, en las cuatro últimas temporadas. Motta no ha bajado de 35 partidos dispuatdos, y en tres de ellas ha llegado hasta los 45, lo que demuestra la importancia del futbolista para su equipo.
A sus 35 años y cuando Thiago Motta vivía uno de los mejores momentos deportivos de su carrera deportiva, las lesiones ponen en peligro su influencia en el equipo. Ya hay rumores de que los dirigentes parisinos buscan recambio para el centro del campo.