El Milan comenzó la temporada comiéndose el mundo. Fichajes ilusionantes, un arranque fulgurante y entonces, todo se torció. El ambiente en el vestuario comenzó a enrarecerse, Montella terminó cesado y se colocó en su lugar a todo un 'sargento de hierro', Gennaro Gattuso.
Y ni este 'cabo chusquero', ídolo de San Siro, ha sido capaz de cambiar la dinámica. Con el ex mediocentro en el banquillo, el Milan ha ganado dos partidos, ha perdido tres y empató otro, el único punto que el colista de la Serie A, el Benevento, ha logrado hasta la fecha.
Lo fácil sería culpar a Gattuso, pero quizá el problema esté en el propio vestuario. Porque no es normal que jugándote la vida, el orgullo, ante tu afición, el Atalanta te gane como le ha ganado hoy al Milan.
Dos goles, uno en cada parte. Dos puñaladas a un gigante herido que en realidad es un enano. Cristante adelantó a los de Bérgamo a la media hora de partido, e Ilicic sentenció el duelo en el 71'.
El Milan mejoró un poco la imagen de anteriores encuentros, pero siguió dejando mucho que desear. Antes de Año Nuevo Gattuso tiene la última oportunidad para dar una alegría a los suyos.