El 'Clásico' ofreció una de sus primeras curiosiodades con el planteamiento inicial de ambos conjuntos. Real Madrid y Barcelona apostaron por intercambiarse sus sistemas habituales.
Los blancos recuperaron el 4-3-3 que tanto rédito le ha dado al conjunto azulgrana desde la llegada de Cruyff y que habían abandonado de la mano de Zidane durante los últimos meses.
Por su parte, Valverde se mantuvo en la idea del 4-4-2 que le ha dado tranquilidad esta temporada. Muy lejos de ese 4-3-3 exhuberante y eléctrico que había caracterizado al equipo en esta última década.