"Vomito y tengo diarrea antes de los partidos, me dan náuseas, trago bilis..."

En el semanario alemán 'Der Spiegel', Mertesacker ha confesado todos los daños físicos y mentales que le genera al práctica del fútbol. Una revelación impactante en un jugador de élite y con un gran historial.

"Mi cuerpo está roto, ya no siento placer en jugar", señaló el defensa, con más de 100 internacionales y campeón del mundo en Brasil. "Ahora mismo en el Arsenal prefiero estar sentado en el banquillo y más incluso en la grada", llegó a decir.

La presión, culpable de este sufrimiento. "Debido a la presión y a las expectativas que tiene la gente vomito antes de los partidos o tengo diarrea. Es como simbólicamente mi cuerpo dijera 'esto es vomitivo", afirmó Mertesacker.

"Y segundos antes del pitido inicial me entran náuseas. Una vez tragué tan fuerte la bilis que los ojos me lloraban", reveló el futbolista, quien en lo que va de temporada lleva 13 encuentros jugados.

Mertesacker cree que los futbolistas pagan un alto precio. "Claro que soy consciente de que los futbolistas tenemos privilegios, pero llega un momento en que te das cuenta de que es un carga, física y mental, de que ya no disfrutas sino que simplemente tienes que rendir, incluso estando lesionado. Todos piensan que es un drama cuando eres baja por lesión. Al contrario, porque sólo así puedes descansar un poco", declaró.

"En el Mundial en casa, en Alemania, me sentí decepcionado por nuestra eliminación en semifinales, claro, pero sobre todo me sentí aliviado. Pensé: 'ya está, por fin se ha terminado todo", contó.

El futbolista alemán, quien trabajará en la cantera del Arsenal cuando cuelgue las botas, recomienda a los jóvenes que estudien "y diversifiquen sus vidas".

"He explicado muchas veces que tengo la sospecha de que algunas de las lesiones que he tenido tiene un trasfondo psicológico, que el cuerpo intenta dar paz a la cabeza. Pero nadie lo ha investigado nunca", lamentó Mertesacker.

Aun así, no se arrepiente. "Cuando me retire, al fin seré libre. Pero no me arrepiento de haberme hecho futbolista profesional, aunque vomite antes de cada partido y aunque tenga que hacer recuperación 20 veces", afirmó.