La presentación del joven entrenador, cómo no, tuvo bastante de agradecimiento. "No puedes decir que no. Estoy ilusionado por afrontar este reto con la máxima humildad", comentó.
El salto desde la Segunda B le llega como premio a la paciencia y la insistencia. "He empezado desde abajo y sabía que tenía que ganarme llegar arriba a base de trabajo", señaló.
No quiso dar muchas pistas sobre sus alineaciones y manera de jugar, aunque celebró "tener carta libre para hacer y deshacer. Tengo que sacar lo máximo de mí mismo y de los jugadores, que es mucho".
Dado lo ocurrido con Eusebio, 'sacará' el látigo en busca de compromiso por parte del grupo: "El objetivo es competir en cada partido, dejarse la piel por un escudo que yo siento y mucho. Que los jugadores lo sientan así también cuando salgan al campo, que siempre estemos orgullosos de lo que hemos hecho".