'Clásico' descafeinado, decían unos. No se juegan nada y no será lo mismo, aseguraban otros. Pero el 'Clásico' del no pasillo terminó por superar las expectativas y acabó por brindar un espectáculo inolvidable con el triste invitado inesperado de Hernández Hernández, que se convirtió en protagonista con un árbitraje plagado de errores y compensaciones que no contentó ni a unos ni a otros.
El Barcelona salvó su brillante invicto y está a sólo tres partidos de firmar la Liga perfecta después de salvar un empate ante un Real Madrid que desaprovechó su superioridad numérica y fue incapaz de doblegar a un Barcelona que se defendió como gato panza arriba y aguantó el empate pese a jugar toda la segunda parte con uno menos. Al final, tanto trabajar la defensa con Valverde tenía que servir para algo.
El choque quedó marcado por la expulsión perdonada a Gareth Bale tras un pisotón alevoso a Umtiti en la primera parte. Con el partido en pleno aumento de revoluciones, el galés se pasó de frenada y ni tan siquiera fue amonestado por una dura entrada merecedora de expulsión, algo que sí sucedió con Sergi Roberto un par de minutos después, cuando el canterano perdió los papeles después de un enganchón con Marcelo.
Intensidad de salida
Pero mucho antes de eso, Barcelona y Real Madrid pasaron de la polémica del pasillo y se enchufaron rápido al encuentro. Los de Valverde comenzaron presionando muy arriba, pero pronto se vio que la gasolina no les iba a durar demasiado después de una semana de celebraciones por el doblete que se alargó más de la cuenta.
El Barça avisó primero con Suárez, pero Cristiano y Benzema empezaron a sentirse cómodos y los 'culés' enseguida empezarían a sufrir. Mientras Kroos ganaba enteros en el centro del campo, el Barcelona sufría ante las pocas ayudas defensivas que Coutinho e Iniesta prestaban a Busquets y Rakitic.
El 1-0, aun así, lo haría el Barcelona en una gran acción en la que Sergi Roberto ganó línea de fondo y puso un excelso centro a Luis Suárez, que no falló en la suerte que mejor domina. El uruguayo supo desmarcarse bien al segundo palo y su volea no encontró oposición en un totalmente vencido Keylor Navas.
El gol, lejos de alimentar el deseo azulgrana, terminó por reforzar la idea del Madrid, que se hacía gigante en el centro del campo. Cristiano picoteaba y se asociaba con el mejor Benzema de la temporada, pero los blancos no iban a ser capaces de traducir su superioridad en más tantos.
Sí que llegaría el del empate tras una mala presión de Sergio Busquets que dejó vendida a la zaga 'culé'. Recibió Cristiano, que dejó de tacón a Kroos. El alemán encontró en el segundo palo a Benzema y el portugués, con un gran desmarque, se anticipó a Piqué para subir la igualada al marcador tras la dejada de su mejor socio en este 'Clásico'. La acción, sin quererlo, acabó por condicionar el choque, pues Cristiano se lesionó en el tobillo en el remate y acabó teniendo que ser sustituido al descanso.
El Madrid aprieta
El Barcelona volvía a tener el esférico tras el reseteo blanco, pero no sabía qué hacer con él. En cambio, los de Zidane crecían con cada ataque. Primero, Cristiano le quitó un remate franco a Benzema y cabeceó fuera y luego el propio luso vio cómo Ter Stegen evitaba el 1-2 en un mano a mano. El carrusel de ocasiones del de Madeira se cerró con un nuevo chut desde dentro del área que salió rozando la madera del arquero alemán mientras Piqué y Umtiti se veían desbordados por el acoso de los 'merengues'.
Y no paró ahí el arsenal de los blancos. Marcelo, Benzema y Kroos dispusieron de ocasiones antes de que el partido comenzara a calentarse, pero Messi también dispuso de un mano a mano bien resuelto por Keylor, igualando en oportunidades claras con su archienemigo Cristiano.
No eran más que fuegos de artificio para el final de la primera mitad, que se cerró con las amarillas a Suárez, Ramos y Messi y con la acción que comenzó a cambiar el sino del choque. Bale llegó tarde a una lucha por un balón lateral con Umtiti y le pisó con los tacos en el gemelo. Clara roja que Hernández Hernández pasó por alto y que le acabaría pesando demasiado tras el descanso.
Con ambos equipos más pendientes de las luchas individuales del 'Clásico' que del partido en sí, parecía que se iba a llegar al descanso, pero Sergi Roberto se enzarzó con Marcelo y le soltó un manotazo. Al colegiado esta vez no le tembló el pulso y mandó a los vestuarios al canterano azulgrana antes de tiempo, acabando la primera parte con esa jugada.
Un Barça mejor con diez
Tras el descanso, tocaban reajustes en Real Madrid y Barcelona. Cristiano y Zidane empezaron a pensar en Kiev y el luso se quedó en el banquillo, sustituido por Asensio tras un leve esguince de tobillo, entrando Semedo por Coutinho en el Barcelona para reconstruir el esquema.
45 minutos por delante, un hombre más... y todo de cara para que el Real Madrid se convirtiera en el primer equipo que derrotara al Barça esta campaña, pero fue entonces cuando los azulgranas se crecieron y jugaron sus mejores minutos del 'Clásico'.
Avisaron Marcelo y Asensio tras varios despistes de un Iniesta que ya había levantado la bandera blanca, pero quien dio primero fue Messi, que aprovechó una falta no pitada de Luis Suárez a Varane para poner en ventaja a los suyos con un precioso golpeo con rosca desde dentro del área.
El éxtasis se apoderó de un Barcelona que pareció olvidar que estaba con uno menos y que incluso anotaría el 3-1, aunque esta vez Hernández Hernández sí que acertó al anularlo por fuera de juego de Rakitic.
Pasaban los minutos y quien seguía acumulando las mejores ocasiones era el Barça, ante un Real Madrid demasiado preocupado en atacar por aplastamiento y que puso muy poco orden a sus acciones. Fue salir Cristiano y desaparecer Benzema, quedándose el equipo blanco sin argumentos en ataque después de una excelente primera mitad.
Messi perdona y Bale empata
Paulinho, que entró por Iniesta, saboreó un 3-1 que no llegó por centímetros e incluso Messi perdonó en dos acciones que encumbraron la figura de Keylor Navas. Ver para creer, el Barça, con un hombre menos, estaba mereciendo la victoria gracias a su sacrificio defensivo y al esfuerzo de sus hombres.
Pero el bajón físico comenzó a hacer aparición para un Barcelona que pasó la última semana de celebración en celebración y Bale apareció para enviar a la red una buena dejada de Asensio con un golpeo precioso desde la frontal.
No acabaría ahí el partido, ni mucho menos la polémica, pues Marcelo caería en el área poco después ante una zancadilla clara de Jordi Alba, que ni tan siquiera parecía explicarse por qué Hernández Hernández no había señalado el punto fatídico en la acción.
Demasiada compensación para un 'Clásico' que estaba predestinado a convertirse en una especie de choque amistoso y sin tensión y que acabó siendo una de las mejores batallas de los Barça-Madrid de los últimos años. Y nos lo queríamos perder...