En el fútbol reciente siempre se ha significado al Barcelona como rey de la posesión. Ese dato, no obstante, ya no es tanto absoluto. Es más, mucho se habla de que el fútbol de Valverde es más práctico que estético. La mutación también se aprecia en Chamartín, porque nunca el equipo del francés había tenido porcentajes tan altos. Concretamente, ha ascendido a un 62%.
A pesar de ello, por el momento no terminan de llegar los mejores resultadoos en casa. Dos derrotas y cinco empates contando Liga, Copa y Champions no son cifras habituales cuando el actual bicampeón de Europa juega ante los suyos.
El cambio de sistema al 1-4-4-2, con un centrocampista más, seguramente explique este dato. El relevo de Isco por Bale hace perder gol pero ganar en capacidad para absorber el esférico y dominar más en los partidos.
Justamente, el Villarreal es uno de esos equipos capaces de pelearle la posesión a los grandes. Quizá ello haga que se inviertan las tornas y se vea el Real Madrid más clásico y que más seduce en el Bernabéu: el que marca más que manda.